¿Existe el ALMA?

Desde hace decenas de miles de años que el ser humano se pregunta si existe -y tiene- un alma. Las diferentes religiones y tradiciones espirituales confirman la existencia del alma y la definen de diferentes maneras, pero ¿cuál es la posición de la ciencia al respecto?

Los griegos consideraban al ser humano como un ser muy especial cuya alma le permitía realizar operaciones que ningún otro ser vivo puede ejercer.
El cristianismo reforzó esta idea colocando al hombre como el único animal con alma.
Sobra decir que el concepto de alma varía según el contexto, la religión y la disciplina que la aborde. Hoy no pretendo abordarlos todos.

En términos generales, la idea de la existencia del alma está relacionada con las creencias sobre la continuidad después de la muerte.
También se cree que está diferenciada del cuerpo físico siendo una especie de puente o guía por el cual pensamos y sentimos. De este modo, se sugiere que el alma es como una especie de fuerza o impulso vital intangible.

En la actualidad la ciencia generalmente no reconoce la dimensión espiritual del alma. Por el contrario, señala que su existencia no es necesaria y nos explica la vida a través de procesos físicos y químicos empíricos medibles mediante un conocimiento científico.

Mientras que la religión afirma la existencia del alma desde un punto de vista espiritual e inmaterial asociándola a lo trascendente e incorpóreo; la ciencia, si la concibe, la asocia a algo material (entendiéndola como un sinónimo poético de la mente y la consciencia).

El caso es que aunque la neurociencia ha conseguido grandes logros en cuanto a descifrar el funcionamiento de nuestro cerebro y su funcionamiento, todavía continúa habiendo misterio; y el problema de si existe el alma o no suele relacionarse con la comprensión de la naturaleza del yo.

Los científicos han conseguido describir y explicar muchos de los mecanismos aparentemente sobrenaturales que rigen el comportamiento de la naturaleza y del ser humano. De este modo, el alma podría ser algo a lo que también se dará una respuesta explicada próximamente.

El doctor Stuart Hameroff expuso con respecto a la muerte: «El corazón deja de latir, la sangre deja de fluir, los microtúbulos pierden su estado cuántico. La información cuántica en los microtúbulos no se destruye; no puede ser destruida; simplemente se distribuye y se disipa por el universo. Sería posible que esta información cuántica existiera fuera del cuerpo indefinidamente, como un alma.»

Los doctores Stuart Hameroff y Sir Roger Penrose trabajan desde 1996 en una teoría cuántica de la conciencia, según la cual el alma se encuentra contenida en estructuras denominadas microtúbulos, alojadas en las células cerebrales.
Los dos científicos confirman la existencia del alma y aseguran que ésta no muere sino que regresa al universo.
Debo decir que esto no ha llegado a demostrarse.

En 1907 el médico Duncan McDougall colocó varios pacientes moribundos sobre una báscula con el objetivo de medir si en el momento de su fallecimiento la báscula marcaba un peso diferente. Según él, si la masa de la persona disminuía en el instante de su muerte podía tratarse de una evidencia de que el alma acababa de escapar de su cuerpo.
El primero perdió 21 gramos en el momento de la muerte. Seguro que os suena esta cifra, porque se hizo muy popular. Sin embargo, con otras personas se dieron otros resultados.

A parte, y por extraño que pueda parecer, no resulta nada sencillo determinar el momento exacto de la de la muerte de alguien.
¿Cuando se para el corazón la persona está muerta?
¿Se fallece en el momento en el que el cerebro se apaga por completo? ¿Veis por dónde voy?
En condiciones normales, el cerebro tarda un tiempo en quedarse sin nutrientes así que, cuando el cuerpo deja de mostrar señales de vida, el cerebro se apaga gradualmente durante unos segundos.
Es decir: para determinar el momento exacto en el que una persona muere se necesita un aparato capaz de monitorizar la actividad cerebral del paciente… Algo que claramente McDoullan no tenía en 1907.

Además, el médico basó su hipótesis en las pequeñas variaciones de peso de tan sólo 4 pacientes, y todos ellos dieron resultados distintos.
Sin embargo, el hecho es que la existencia del alma es respaldada por bastantes personas que han tenido experiencias extracorpóreas cercanas a la muerte. No obstante, las explicaciones al fenómeno son dispares y no concluyentes.

Desde el comienzo de los tiempos, el ser humano ha temido lo desconocido y niega nuevos descubrimientos que puedan amenazar sus ideas o estilo de vida.
Para la humanidad, la Tierra era plana hasta 1492. En realidad, todavía muchas personas hoy creen que la tierra no es esférica.
Si somos incapaces de ponemos de acuerdo con algo tan elemental y comprobable como es la forma de la Tierra, mucho más complicado es llegar a una conclusión sobre un alma inmaterial e intangible que va más allá de lo físico.

Y tú, ¿qué piensas sobre el alma? ¿Existe realmente?
¿O es una invención de los creyentes? ¿Conoceremos algún día la respuesta?