La noche de San Juan es una de las más mágicas del año y en cada edición se celebra en gran parte del mundo. La noche del 23 al 24 de junio miles de personas prenden hogueras en plazas y playas para festejar este día. En realidad, esta jornada coincide con el fin del día más largo del año y los días comienzan a decrecer. También coincide con el nacimiento de San Juan Bautista, ya que, según la Biblia, Zacarías mandó encender una hoguera para anunciar a los cuatro vientos el nacimiento su hijo. Aunque hoy día esta celebración tiene este enfoque cristiano, su origen es pagano.
Las religiones antiguas daban una gran importancia al comienzo y final de las estaciones, que marcaban su cosecha y ritmo de trabajo, y al fuego. Por ello, la proximidad del solsticio de verano y la presencia de hogueras no parece ser algo casual. Aunque puede asociarse con la cultura celta y no es descabellado pensar que fueron ellos quienes popularizaron esta celebración, las llamas eran un poderoso símbolo de purificación o fertilidad, entre otros. Durante esa noche se celebraban rituales que buscaban atraer la buena suerte, espantar a los espíritus malignos, asegurar las cosechas o aumentar la fertilidad de las mujeres.
Pero ¿cuál era el motivo de celebración aquella noche? Una de las teorías sostiene que, ya que a partir del solsticio de verano los días se van acortando cada vez más, la reunión en torno a las hogueras buscaba extender el máximo tiempo posible la presencia de luz y dar ánimos al Sol, que iría agotándose hasta volver con las fuerzas restauradas en el solsticio de invierno para estirar los días de nuevo.
Otra teoría posible es que existía la creencia de que el gran astro estaba enamorado de la Luna (o de la Tierra, según a quién se pregunte), por lo que en el solsticio de verano se negaba a abandonar a su amada. Así, la noche más corta del año sería la fecha idónea para que la gente celebrase su amor y se explicaría el elemento romántico que parecía existir en torno a la actual Noche de San Juan. Esta explicación hace que cobren más sentido los encantamientos y rituales relacionados con la fertilidad y el amor.
Durante el medievo, cuando la religión cristiana estaba en pleno apogeo en Europa, los creyentes encendían hogueras y celebraban el nacimiento de San Juan Bautista con diversos ritos en torno al fuego entre los que siempre estaba presente la señal de la Cruz. Con el tiempo la estricta supervisión de los religiosos se relajó y estas fiestas adquirieron un carácter más popular que incluía otras costumbres como vestir de blanco (color símbolo de pureza al igual que el fuego), entrar en el mar y saltar olas para atraer la buena suerte o saltar sobre la hoguera.
El paso del tiempo ha actualizado la Noche de San Juan y ya no es ni la serie de ritos paganos de la antigüedad ni la celebración cristiana de hace siglos. En España, cada ciudad o pueblo tiene sus particularidades a la hora de celebrarla y esta ha llegado a traspasar la península. En países latinoamericanos como Perú o Colombia, por ejemplo, la Noche de San Juan es llamada Inti Raymi, una fiesta en honor al dios Sol inca que tiene lugar coincidiendo con el solsticio de invierno del hemisferio sur.
Rituales para la Noche de San Juan
La noche de San Juan es una de las más místicas del año y a la que le corresponden una larga lista de tradiciones y rituales para conseguir suerte y oportunidades en la nueva etapa del año. Algunos de los rituales más destacados son los siguientes.
Saltar la hoguera
Las hogueras son el elemento principal de estas celebraciones por eso uno de los rituales más conocidos tiene que ver con ellas. Sobre todo, en Galicia consideran de vital importancia saltar nueve veces la hoguera por encima —y pronunciar meigas fora— para atraer la suerte, mientras que en Alicante y en Valencia solo hay que saltarla en siete ocasiones.
Darse un baño en el mar entrando de espaldas
El mar igualmente es un elemento imprescindible en la noche de San Juan. Así, la tradición dice que hay que entrar al mar de espaldas y saltar siete olas seguidas justo en el momento de cumplir la media noche, momento en el que igualmente hay que pedir un deseo (y si en lugar de siete son nueve saltos de ola, es símbolo de fertilidad). Por otro lado, meterte en el agua cuando brilla la luna te permite eliminar lo negativo de tu vida, ganando en salud para todo el año.
Lavarse la cara en la media noche
Se lleva a cabo en las zonas donde no hay mar con el fin de estar protegido durante todo el año además de estar sanos y atractivos a lo largo del año. Ahora bien, es importante recordar que tras lavarte la cara no deberás mirarte en ningún momento al espejo a lo largo de toda la noche porque, de no cumplir con esta premisa, la protección dejará de tener efecto.
Ramas y plantas aromáticas
Un ritual que se efectúa para proteger la casa de los rayos, además de atraer a la buena suerte, es adornar las puertas y las ventanas de la casa con ramas de pino o fresco. Igualmente está la tradición de sumergir en el agua durante la noche las siete hierbas de San Juan (hinojo, helecho macho, hierba de San Juan, Romero, Hierbaluisa, codeso y malva) y lavarse la cara con ella al día siguiente.
Cómo saber si tu relación prosperará
¿Quieres saber si tienes futuro con tu pareja? Para ello solo tienes que coger un cuenco de agua y poner a flotar dos agujas en la noche de San Juan. Deja el recipiente reposar y si al cabo de un tiempo las agujas siguen juntas, eso significa que el amor durará para siempre. Si están separadas, por el contrario, puede que solo sea un amor de verano.
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